La Verdad VS La Razón

Cuando una persona camina sola sin prestar atención a los demás corre el riesgo de creer que todo lo que hace es lo mejor y que nada ni nadie puede interponerse entre esa persona y la razón.

Una persona, en circunstancias normales, puede atravesar durante su vida momentos en los que no se sienta capacitado para muchas cosas, incluso, para vivir. Esos momentos son en los que pides ayuda si no eres capaz de arreglar los destrozos por ti mismo, destrozos que puedes haber ocasionado tú u otra persona.

Cuando pides ayuda puedes encontrarte con dos caminos: escuchar las verdades y aplicar la lógica a la razón o escuchar las verdades, sentir su dolor, no admitirlas y terminar no escuchando.

Cuando escuchas puedes oír a quien te dice la verdad aunque duela o a quien no quiere causarte dolor, que nunca te dirá la auténtica verdad, nunca te aconsejará lo que realmente necesitas por no herirte.

¿A quién escuchar? Depende de ti, de como seas, de qué quieras, de adónde quieras ir ...

La razón puede dividirse, la posesión de la verdad puede igualmente dividirse. Los consejos pueden hacer daño si no quieres aprender, si no quieres actuar.

La capacidad de una persona puede medirse por la disposición a escuchar, a saber elegir, a querer actuar, a intentar estar siempre en posesión de la razón y de la verdad.

La vida de cada uno la vive cada uno, nadie puede vivir por ti. Te pueden ayudar, si te dejas ...

Si quieres vivir ... ¿a qué esperas?