Crear mi Mundo

Entre la infinidad de situaciones que se crean debido a la rutina diaria habrá muchas de ellas que nos gusten y otras tantas en las que no disfrutemos al vivirlas.

Vemos y criticamos formas de vida al considerarlas absurdas, desproporcionadas o simplemente inútiles para luego asimilarlas para que formen parte de nuestra vida. Por lo tanto, tras criticar una situación como absurda, después, el absurdo, seré yo, el inútil, también seré yo.

¿Qué queremos ser? ¿En qué mundo queremos vivir?

Cuando no nos guste algo, en mi opinión, hay que desecharlo de nuestra vida, crear una defensa ante aquellos hechos, comentarios, formas o cualquier cosa que busca hacernos daño o que simplemente sin querer herirnos, nosotros mismos nos creamos ese malestar por haber vivido esa situación. Hemos de defendernos y alejar las malas influencias sea cual sea su forma. No puedo concebir el asimilar una situación o un comentario en desacuerdo con nuestro ser, contrario a nuestra filosofía.

Mi mundo debe estar directamente relacionado con mi forma de entenderlo, debo buscar mi felicidad siguiendo un camino abierto por aquellos que quisieron lo mismo que yo o abrir yo mi propio camino. Todo es cuestión de vivir mi vida, de tener mi mundo, ese en el que no hay comentarios absurdos, ese en el que las personas que habitan son fieles y leales.

En mi mundo hay que vivir individualmente dentro de una sociedad amargada, llena de cretinos y perezosos. Mi mundo comenzó el mismo momento en el que una acción, siendo injusta, me pareció injusta y la borré de mis futuras acciones, comenzó también cuando un comentario me pareció desafortunado e hiriente e igualmente lo borré de mi vocabulario, mi mundo nació cuando la amistad de cientos de personas desapareció para que aparecieran mis dos o tres amigos.

La creación de mi mundo no se acabará nunca, siempre estará en peligro de extinción pero el mantenimiento del mismo me motiva y me alegra. Mi vida, sin mi mundo, no sería mi vida, sería de los demás.