Felizedades

¿Cuándo se supone que uno se hace viejo?
¿A qué edad hay que decir basta?
¿Cuándo hay que retirarse de la lucha filosófica?
¿A qué edad se engorda?

Podemos hacernos miles de preguntas acerca de cuándo pasará algo que se sabe que va a pasar o qué edad es la idónea para empezar a ser, seguir siendo o dejar de ser.

No sé exactamente cuando una persona se hace vieja. Tengo claro que no depende de la edad, en absoluto, depende principalmente de las ganas, de las ganas de seguir siendo o haciendo porque una edad no puede ser un impedimento para decir "a esta edad ya no" o nunca vernos viejos para algo, aunque sea la payasada que me toca hacer pero que no me atrevo.
Mientras se tengan ganas de seguir siendo, ¿por qué dejar de serlo? Partiendo de la base de que sin salud poco se puede hacer, muchos son los motivos, es decir, la razón que nos lleve a hacer lo que nos dé la gana siempre y cuando no se moleste a nadie (ni a nosotros mismos).
Básicamente, la vida es bella, ¿por qué acomodarse? Está claro que no se puede acomodar uno a tener una eterna adolescencia, a creernos con treinta y tantos que ya está todo hecho o a no disfrutar cómoda y físicamente de una jubilación ganada y esperada.

En mi opinión hay que disfrutar de cada etapa de la vida en el preciso momento en el que nos toca vivirla aunque esto no quiera decir que no se pueda rectificar y recuperar lo que llegamos a vivir intensamente por cualquier falta de motivos. La niñez está para disfrutar y ser feliz sin apenas responsabilidades, no se nos debería pedir más. La adolescencia significa aprender disfrutando para llegar a ser esa persona que queremos ser, con alguna responsabilidad en términos humanos, pero aprovechando la edad por excelencia en la que se puede cometer algún que otro "exceso" como digo, sin hacernos excesivo daño ni a nosotros ni a nadie. Los veintitantos y los treinta y tantos son para hacernos realmente la persona que queremos ser, sembrar para recoger y sembrar para criar, hijos o perros, con la responsabilidad que cada uno de ellos requiere. Lo ideal sería que tu primera pareja fuera la ideal, la que no te fallase, a la que no fallases, la que te entienda y te respete. Lo real es que hay que ir probando para aprender que te conviene y que no y ... cuesta, pero hay que buscar lo ideal.

A cualquier edad hay que impartir justicia, valorar lo justo y lo injusto y defenderlo, tener tu conciencia limpia y clara, ser como somos y no arrepentirnos de nada de lo que hacemos ni de lo que hayamos hecho porque, desde la niñez, hemos de ser nosotros, con nuestros pros y nuestros contras para así hacernos respetar o no y, las apariencias, para los actores.

Sólo pido ser feliz sabiendo que cada día se aprenden cosas nuevas, que cada día se sufre por algo, que cada día puede ser el último de algo o alguien, que cada día amanece para dar oportunidades a quién merece tenerlas, que cada día quiero más a los que realmente me quieren y que cada día hay que vivirlo con felicidad porque así es como quiero ser, feliz.

Comentarios

Entradas populares