La Madurez Inesperada

Cuando realmente eres un niño es cuando no le das la verdadera importancia a cuestiones o hechos ocurridos durante la infancia. Muere alguien cercano, te dicen que se ha ido al cielo y tú tan "contento".

Pero ... ¿hasta cuándo eres un niño? ¿Cuándo entiendes realmente que te espera a partir de un momento determinado? ¿Eres capaz de afrontarlo?

Afrontar a una determinada edad que gente a la que quieres van viviendo los últimos días de su vida es difícil, más aún cuando parece que muchos de ellos se han puesto de acuerdo para irse todos juntos.

Visto lo cual muchas cosas empiezan a cambiar: te cuidas con dieta o deporte y también cuidas de los demás.

Intentas aceptar que la vida es así, que has disfrutado (o no) todo lo que has podido, que el ciclo vital hace que nazcan y mueran personas y llegar a entender que ambas acciones, nacer y morir, en los tiempos que corren, son un grandísimo problema para una persona madura. Hacer frente a estos acontecimientos, esperados o inesperados, es sumamente maduro, más aún cuando se trata de lo segundo, de que estos acontecimientos lleguen inesperadamente.

Reímos porque nuestra mente necesita reir, lloramos porque nuestra mente necesita llorar. Ambas acciones necesitan de madurez cuando se hacen por una buena causa. Nunca llorar fue de cobardes ni reir de inmaduros. El cuerpo y la mente necesitan de estimulos vitales que hagan que un ser quiera vivir de una forma feliz y madura. Si algo te apetece hazlo independiente de si estás de luto o de carnaval.

Podemos entender claramente que la vida es así, unos nacen y otros mueren, esto es evidente pero ... estar en el sitio de aquel que siente que su final está cerca debe ser una cuestión que sólo esa persona será (o no) capaz de entender en su "sano" juicio. Ponerse en el lugar de esa persona quiero pensar que es un error. Saber que tu carrera llega a su fin es propio de un ser maduro y coherente, retirarte de la carrera de la misma forma puede ser un premio, entrar en el baul de los recuerdos para no salir, un descanso ... quizás.