La Utopía Moral

Vivimos en un mundo en el que el egoísmo brilla altivo entre muchas cualidades de las personas pero ¿podríamos por una vez ser coherentes y no pensar únicamente en nosotros?

No solemos decir en voz alta aquello que no nos gusta si creemos que alzando la voz podemos molestar a alguien. Admiro a esas personas que dicen lo que piensan (siempre en un marco de razón) sin temor a ser represaliados por sus comentarios.
Esos comentarios suelen estar cargados de razón, suelen decirlos personas inquietas, disconformes, desencantados de decisiones ajenas cuyo camino es la destrucción de la razón, aunque parezca increíble.


Si no estás conforme con algo ... ¿por qué lo aguantas?
Aconsejamos a muchas personas en lo que tienen que hacer o decir sin implicarnos en las consecuencias de sus actos o de sus dichos pero no aceptamos consejos de aquellos que nos sugieren exclamar reclamando justicia y equidad.
Vivimos cómplices en una sociedad parcial e injusta. Miramos a aquel que se mueve y grita pero no nos inmutamos, es más, creemos que con sus gritos esa persona acabará perdiendo y por eso no la animo, porque creo que también perderé yo. Nos hacemos partícipes de esa parte injusta de la sociedad, alimentando sinrazones propias de egos personales que no ayudan en nada a conseguir una sociedad parecida a la felicidad, donde las satisfacciones den lugar a un bienestar común.

Pues cuando hay que apoyar una iniciativa, más aún cuando es difícil, es cuando las personas se echan hacia detrás y es cuando dicen aquello de "... es que me viene mal ..." o "yo a lo mío". Aparece nuevamente el auténtico ser humano egoísta e inmaduro, carente de sentido común al que no le importa las actitudes de los demás cuando intentan lo que ellos no quieren intentar para conseguir la moralidad más humana posible.

Es difícil dar pasos contra los sinsentidos ajenos cuando uno no siente el apoyo de alguien que te entienda, que por desgracia no abundan, es fácil sentirse sólo e incomprendido, pero, la vida nos debería de vez en cuando apoyar moralmente dándonos ese pedazo de cada uno, gratis e incondicional, para sentir que esa utopía por la que uno luchaba acabó convirtiéndose en una realidad.

Soñar despierto es fácil, conseguir lo soñado requiere esfuerzo y coraje. ¿Por qué no perseguir tu sueño?
Hay que apoyar al que se levanta, hay que entender que el apoyo es un gesto de humanidad, de inteligencia, hay que ser solidario, hay que ser.

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