El Fin de los Imperios

Bien es sabido por todos o por casi todos que, menos las personas, casi todo lo que sucede a nuestro alrededor es cíclico y que se vuelve a repetir pasados unos años.

Vuelve la moda retro, vuelven los coches antiguos, vuelven los cracks económicos y volverán las guerras.

Pues algo que no es cíclico y que nos puede demostrar qué somos y por qué perdimos tanto es la personalidad de unos países, más que ambiciosos al principio y tacaños en la actualidad, que han perdido todo el imperio que un día lograron crear a base de lucha y ambición.

Grecia, Egipto, Persia (Irán, Siria), Roma (Italia), España, Portugal, Mesopotamia (Iraq), Bizancio (Turquia), ... nos demuestran posiblemente que la avaricia rompe el saco.

¿Qué ha cambiado en estos países para llegar a ser lo que hoy somos? Entiendo que la personalidad y el despotismo de ser y creérnoslo y de perder y no comprenderlo.

España y Portugal, quién nos ha visto y quién nos ve, nos repartiamos por medio del Tratado de Tordesillas los océanos y mares del mapa mundial porque eramos prácticamente los dueños del mundo. España tenía la mayor parte de América, excepto Brasil y el extremo norte, parte de África y parte de Asía. Lo teníamos todo, no nos hacía falta nada, eramos ambiciosos, emprendedores, capaces y no teníamos miedo a nada hasta que nos copiaron y se volvieron en nuestra contra.

Evidentemente no aprendimos de nuestros errores cuando nos vemos en esta situación tan complicada y de la que sólo espero que seamos capaces de aprender de nuestros errores para que nada de esto vuelva a ocurrir.

En fin, siempre nos quedará la historia y siempre nos quedarán algunas monedas de oro y plata por las que pelear porque un día fueron nuestras ...