De Haberlo Sabido ...

Cuando alguien se va se nos viene a la cabeza multitud de cosas que podríamos haber hecho juntos, ¿por qué no lo hicimos?

Se van o nos vamos sin decir nada, dejando mil preguntas sin respuestas, dejando aventuras sin hacer ni anécdotas sin contar, no hicimos aquello que dejamos para mañana y ese mañana al final no llegó.

Evidentemente no somos sabios, no vemos el futuro, no sabemos qué pasará mañana ... pero hoy sí sabemos qué está pasando, que soy y qué puedo hacer.



No hablo de arrepentimiento, no hablo de melancolía, hablo de hacer hoy lo que puedas hacer hoy, de valorar los actos, de valorar los momentos. Cuando encontramos a una persona de esas por las que vale la pena dejarlo todo o casi todo, dejar de hacer un día algo que carece de importancia por estar con ella no requiere de un esfuerzo mayor. La satisfacción de haber estado un rato con esa persona vale más que todo el fútbol del mundo, más que todas las películas, más que un buen cigarro ...

De haberlo sabido lo hubiéramos dado todo desde el principio, no habría esperado a mañana, no hubiera dicho un no puedo.

Nunca llegará al olvido aquello que al final no hicimos y, de haberlo sabido, habría llamado a tu puerta una y mil veces para hacer todo eso que quedó por hacer.

Las excusas, para los holgazanes, el arrepentimiento para los cobardes y, la vida, para todo aquel que quiera aprovecharla y vivirla, sin ella todo pierde su significado.