Ser o Parecer Ser
El conocimiento de estar en posesión de la verdad no implica defenderla cuando has de hacerlo frente a esas personas que ni saben qué dicen ni cuándo decirlo.
El adoptar una filosofía como forma de vida es sumamente difícil cuando esa forma se centra básicamente en ser, en querer ser, en estar o en querer estar. El que quiere sumar, el que quiere ser feliz comienza su filosofía por la sinceridad, por la lealtad o por la fidelidad. Busca diariamente esas motivaciones que le lleven a disfrutar de la vida con todo lo que ello conlleva, ventajas e inconvenientes.
Esas personas se centran en ser y no en parecer, pero claro, siempre hay excepciones. Parecemos tontos e ilusos cuando nos cuentan de una manera grandiosa mentiras o verdades a medias cuando sabemos fehacientemente que eso que nos cuentan no es como nos lo cuentan ... pero nos hacemos el tonto.
Por el contrario, esas personas que nos cuentan sus "verdades", sólo creídas por ellas, piensan que nos están llevando a su terreno, que su forma de hacer, de estar o de ser es la más idónea o que sus consejos nos llevarán por el camino adecuado.
Esas personas que presumen de amigos, que presumen de hacer bien las cosas, de decir lo correcto, de ir, de venir, presumen de lo que dicen ... nunca de lo que hacen. Esas personas parecen ser, incluso conociéndolas sabemos que lo que dicen es mentira y entonces nosotros miramos hacia otro lado esperando que llegue el fin de esos dichos.
Todos moriremos, eso está claro. Yo prefiero hacerlo habiendo sido, habiendo estado o habiendo hecho y nunca habiendo dicho. Hablar es fácil. Estar, ser o hacer sumamente difícil.
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