Las Conclusiones Inconclusas

El planteamiento básico de cualquier ser humano para su vida radica en cómo afrontar los problemas cuando aparezcan, actuando con madurez o sin ella para solucionarlos o simplemente dejarse llevar hasta que el problema desaparezca o se convierta en algo habitual en nuestra vida.
El ser humano ha de necesitar motivaciones para vivir y las tenemos de miles de formas según sea la persona y según sean sus aspiraciones vitales: desde la motivación de ir al supermercado a hacer la compra hasta intentar cumplir ese sueño aparentemente tan difícil y alcanzable a la vez.

De una manera más que probable el principal problema de nuestras vidas es precisamente este, la vida. El vivir se convierte en un conjunto de cuestiones a las que enfrentearse en cada una de sus etapas, en el día a día, y que no dejan de ser pequeños o grandes problemas. Problemas que en la mayoría de los casos precisan de una solución simple y adecuada al problema, es decir, al alcance de la mayoría de las personas. Pero no todo el mundo es capaz de enfrentarse a los problemas que requieren esa madurez, esa lógica que nos lleve a solucionarlos. Aparece aquí el verdadero ser humano.

El ser humano, sensato, equilibrado, capacitado, resuelto, ..., es el que vive la vida tal y como se presenta, sin añadirle a la misma problemas innecesarios, aquel que entiende y elogia al que habla coherentemente desde un punto de vista determinado y lógico, buscando motivaciones allá donde las halla vengan de donde vengan, entendiendo que cualquiera puede ayudarte a entender la vida tal y como es.

Marta Domínguez, acusada y absuelta

Según nos caiga una persona en cuestión, concluiremos positiva o negativamente hacia ella, ¿se dopó Contador? ¿y Miguel Induráin? ¿son prepotentes Cristiano y Mou?
Entender al que habla sin que ello suponga el tener que llegar a una conclusión sobre él o sobre lo que dice. Si idolatro a Guardiola no quiere decir que lo que diga Mourinho no sirva de nada, si me describen a alguien como una persona nula e incoherente no debo sacar conclusiones hasta que lo vea con mis propios ojos.
No se pueden sacar conclusiones de algo que no conozco, de algo que no he visto o de algo que me han contado porque me estaré desviando de mi camino, de mis cuestiones vitales y de la coherencia que debería tener cualquier ser humano.
Concluyo entendiendo que, quizás, me he equivocado.

"Albert Einstein llegó a la conclusión de que la estupidez humana es infinita, yo llegué a la conclusión que se quedó corto". (Anónimo)

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