La Soledad Acompañada

Sentirse sólo no implica estar en un lugar cual naúfrago en una isla, a veces, la peor soledad se siente cuando estas rodeado de gente y no sientes su calor, su aliento, su compañía.

Podemos pensar en multitud de ocasiones que la mejor compañía es la de uno mismo, pero cuando se trata de buscar un bien común se debería de implicar todo aquel que busque igualmente ese bien. La implicación es una participación activa y no un "con estar es suficiente".
En esas ocasiones uno quiere la implicación de los demás, una ayuda, un aliento que te aporte ese complemento cuando las fuerzas flaquean. El ver de una manera muy simple a aquellos que creen ayudarte como si de un cuadro hablásemos es, cuando menos, sentirse más sólo que si de la auténtica soledad fuera a por tí.

Se vuelve a demostrar la insignificancia de las personas y sus hechos. Cuando la vida requiere de ti un acto, un saber estar, una implicación al fin y al cabo demuestras que realmente no eres nada, que estuviste pero que no sirvió para nada, igual que si no hubieras estado.

Esas personas que están cuando hacen falta, esas, son extensiones de ti ... las otras, las que están cuando no hacen falta y lo que hacen es molestar ... están todos los días.