Entendiendo a las personas

Nos levantamos cada día con infinidad de noticias, lejanas o cercanas, de personas que conocemos o no, y valoramos cada una de esas noticias para, al menos, dar una opinión.
Y daremos esa opinión a la ligera, porque somos así, dejando a un lado la presunción de inocencia, los motivos que puede haber tenido, el por qué, el por qué no, ..., al menos dudar, al menos.

Trump, el Sálvame, Vox, Podemos, todo es entendible desde el punto de vista de la persona que quiere entender, que quiere dar un motivo a todo, porque todo el mundo tiene sus motivos para amar u odiar, para ser libre o esclavo, para ser quien quiera que sea. Tan dictatorial es la corriente que odia a un lado como viceversa, tan esclavo se es de un régimen político o de la persona que tenemos al lado por lo que hemos de entender a unas, las libres, como a otras, las personas esclavas o dependientes de algo o alguien. Y nosotros estaremos en uno de los dos lados y posiblemente tengamos que hacer un esfuerzo para entender a los demás.
Porque en ocasiones veremos como injustas muchas situaciones, no entenderemos a las personas que hacen que esas situaciones básicamente porque no somos como esa persona, porque nunca haríamos lo que ella hace.

Cada persona tiene sus razones para actuar de la forma que quiera actuar. Evidentemente tendrá consecuencias actuar de cualquier manera, pero debemos entender que allá cada uno con ellas. Cuando somos libres no hay problemas de dependencia. Cuando no lo somos, tanto nosotros como de quien dependemos no vivimos acorde a los tiempos actuales, de ahí que surjan tantos y tantos problemas de convivencia, lealtad o política.


Porque muy a menudo aparecen mentes que reclaman dignidad para ellas o para quien sea y justamente ellas son indignas, aparecen mentes que reclaman lealtad y precisamente ellas son desleales, reclaman justicia y son las más injustas que puedas ver.
Pero, evidentemente, el mundo es así, por eso no debemos creernos lo que dicen o lo que hacen, por qué piden algo o por qué dejan de pedirlo. Ya sabes que conocerás si acaso a tres o cuatro personas de manera íntima, a veces ni tus padres o tus hijos son conocidos por ti, a veces te crees saber la verdad y nunca estuviste más lejos de ella.

Nuestros gustos son los que son y no podemos pretender que los demás tengan nuestros mismos gustos, ¿ya son malos por tener otros? Si soy de una corriente política, ¿por qué los demás no tienen ni idea? Si soy del Barça ¿los del Madrid son tontos? El mundo es plural y en los tiempos que corren cualquier extremismo es fascismo, esté a la derecha, a la izquierda o en el centro. Cualquier postura que no entienda que pueda haber otra, es fascista.

Lo difícil no está en que seamos como nos dé la gana de ser, lo difícil es que dejemos que los demás sean como quieran ser, digan lo que quieran decir, vayan a donde quieran o hagan el amor con quien quieran. ¿Quiénes somos nosotros para decir lo que está bien o no? ¿Seguro que no hacemos nada mal? Y nunca será lo que tu digas, nunca serán tus razones, porque hay que entender que hay otra persona que tiene las suyas, y son opuestas a las tuyas.

La amenaza de las personas son las propias personas, todo lo bueno o lo malo que nos pase será gracias a las personas. Entiéndeme, no soy yo, eres tu.

Comentarios

Entradas populares