Toda la verdad

Y nada más que la verdad.
Pues nadie la dice, o mejor dicho, casi nadie.

Todas las personas tenemos algo que callar, algo que ocultar, algo que guardar, y todo por no traicionar a otras personas o a nosotros mismos. Pero ... ¿por qué?
Nadie sensata y coherentemente tiene secretos que guardar, comentarios privados que no puedan ser públicos, ninguna persona seria temerá por lo que dijo, entre otras cosas, porque fue consciente de lo que dijo y por qué lo dijo, responsable de sus comentarios, atrevido si han de llegar a oídos de quien sea que lleguen.

Escondemos todo aquello que pueda usarse en nuestra contra, simplemente por no enfrentarnos al juicio de alguien que pueda corregir nuestra conducta por lo que nunca corregiremos esos posibles "fallos" de nuestro sistema, desobedeciendo a la conciencia, alimentando a nuestro ego.

No nos exponemos ante la sociedad en general y ante nuestros conocidos en particular, no queremos que nadie nos cuente algún día nuestras mentiras y mostrarnos así falsas y equivocadas, evidenciando que nunca fuimos esas personas que parecíamos ser, destapando nuestras verdades ocultas.

adulto barba bebida en blanco y negro negocio empresario Bw caucásico alegre café taza de café comunicación vaso discusión beber europeo los anteojos Escala de grises manos felicidad participación reunión hombres vaso de papel compañero gente plan relajado sonriente en pie éxito traje para llevar hablando equipo trabajo en equipo juntos dos occidental

Así, todo se convierte en un "juego" en el que, si quieres, participas. Eso sí, entendamos que ese entretenimiento en el que nadie es como dice ser es para muchos la vida, la propia vida. Una vida que se centra en aparentar ser esa persona que la gente quiere que sea, perfecta, impecable, completa, entrando a tomar parte de charlas en las que presume de las capacidades que tiene para todo, principalmente para dar consejos a quien no necesita falsedad y engaño, alardeando de lo que nunca será, fanfarroneando de lo que cree ser.

Si nos fijamos, hay multitud de ejemplos en nuestro día a día en los que personas que dicen ser o hacer, ni son ni hacen, pero nos mueven a que nosotros lo seamos o lo hagamos. Gente que dice querer ir pero nunca van, gente cuyo entretenimiento es ir diciendo mentiras constantemente para querer demostrar que están viviendo esa miserable vida llena de ficción en la que todo vale.
Lo vemos cada día y es tan normal que nos lo creemos. Creemos que la gente es como dice ser porque nos lo dicen, pero ... ¿nos lo demuestran? Piénsalo.

Vivir de verdad es la única forma de vida en la que respirar el aire más puro, en la que albergarás siempre esperanza, en la que sentirás que tus deseos pueden cumplirse, en la que suspirarás por lo más simple. Vivir depende de ti, percibir esa sensación de que todo es justo y bonito a la vez, entendiendo que será lo primero por qué preocuparte y que es totalmente secundario, la vida te quiere, quiere tú a la vida.
Que el juicio al que te sometas sea simplemente el de hacer lo correcto siempre, independientemente de quién pueda perder, sabiendo que hiciste lo justo y que no mentiste. Con la verdad se va a cualquier sitio, principalmente a ese donde quieres estar y permanecer.

Comentarios

Entradas populares