Sentido y Responsabilidad

Estamos viviendo tiempos en los que la responsabilidad individual y social cobran un sentido nunca antes visto para los que actualmente habitamos este mundo. Un mundo que nos hacía ver que prácticamente todo se superaba de una forma relativamente rápida. Una rapidez que nos ha hecho vivir tan intensa como débilmente. ¿Era todo necesario?

Esa intensidad con la que vivíamos nos hacía no pensar nunca en un por qué, en un cuándo, en un cómo, entrábamos en la ruleta y ... a rodar. Y no parábamos ... ni a pensar. Nada era tan grave salvo las normales excepciones, todo parecía controlado. Lo controlábamos prácticamente todo y ese ha sido nuestro gran error: creer que controlábamos cuando, en realidad, éramos controlados. 
Somos controlados por todo y no nos damos cuenta. Es momento de pensar.

Esta forma de vivir tan individualizada no nos dejaba mirar demasiado por los demás, siempre mirábamos por nosotros (quizás lo seguimos haciendo), ahora hemos de darnos cuenta que esas fronteras personales y geográficas que siempre pusimos no sirven para nada, ahora no hay fronteras, ahora el mundo necesita al mundo, sea de donde sea.


Es el momento de darnos cuenta de que no éramos tan perfectos, tan atentos, tan solidarios, tan coherentes, es el momento de pensar en los por qués, los cómo y los cuándo. Se nos pide una responsabilidad nunca antes pedida y nunca antes dada. Entiendo que es complicado que demos lo que quizás no tengamos, por eso este ejercicio de responsabilidad, porque probablemente no había solidaridad, no había empatía, no había un compañerismo general, la adhesión a una causa era según si nos convenía o no, porque nunca fuimos leales, nunca fieles, porque siempre nos defendimos hasta de nada.

Las culpas siempre han sido de los demás, nunca nuestras. Incluso ahora eludimos nuestra parte de culpa en todo esto echándole la misma a nuestros políticos. Si te recomiendan una sola acción por tu parte la rechazamos si viene de los políticos de enfrente, si son los tuyos, hay que seguir esa recomendación.
La culpa es sólo nuestra, de la humanidad, de este conjunto de personas que formamos la sociedad, esta sociedad tan egoísta como insolidaria, esta sociedad vacía de valores, esta sociedad capaz de propagar un virus sin pararse a pensar en qué está haciendo. Nuestra sociedad.

Conocerás a tus "amigos" en los momentos en los que la vida se tambalee, en los que la humanidad deje de ser humana y en los que la dignidad honre a unos y mancille a otros, cuando todos éramos "amigos".

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