El egoísmo oculto

 A menudo hablamos del egoísmo como la mayor lacra de nuestra sociedad, principalmente en círculos cercanos que hacen que te moleste más si cabe. Constantemente estamos pensando única y exclusivamente en nosotros, nunca en los demás, y claro, así la vida es mucho más complicada.

Pongámonos en una situación concreta: cuando alguien a quien "queremos" se va a otro lugar, una pareja, un hijo, ..., alguien "querido" que por cualquier motivo se va de nuestro lado para emprender otra vida, sin nosotros. ¿Qué pensamos? ¿Qué decimos? Nuestros pensamientos y dichos van encaminados a protegernos, nunca a pensar en esa persona que deja de estar a nuestro lado, tales como "y ahora qué hago yo", "no te vayas que entonces ...", "por qué te vas", no queremos pensar de manera simple que esa persona necesita cambiar su rumbo y dirigirse hacia otro sitio que acertadamente o no ha de descubrir por sí misma.

¿Por qué necesitamos de los demás mas que a nosotros mismos? Creemos basar nuestra vida en independencia, libertad, igualdad, ..., capacidades o facultades que nos hagan ser dignos de ser llamados humanos. Pero, ¿cuándo demostraremos que realmente somos así y que no es una simple reivindicación? Constantemente vendemos humo, no demostramos ser esas personas que decimos que somos, al final, huimos como prácticamente todo el mundo hace, y ... claro, así nos va.


Cuando vivimos en pareja, nos exponemos a un futuro incierto, todo puede salir bien o no, posiblemente nunca saldrá bien del todo pero nos empeñamos en continuar hacia el futuro por un camino que quizás no fue el que comenzamos a marcarnos, se nos indicó una salida del mismo y no la cogimos y ya nada fue igual. Continuamos por no complicarnos la existencia, por conformarnos con un mundo que, no siendo el que queríamos, nos dio igual vagar por él. Pero un día cambió todo y al querer coger una salida había controles por todos los lados. ¿Dónde vas? ¿Por qué te vas? Por aquí no. Date la vuelta. Todo lo que hiciste puede ser que no valiese para nada. Lo importante no eres tú, es que no te vallas, es decir, lo importante soy yo.

Todas las rupturas son más o menos complejas por la dificultad que le queremos dar, y todo radica en el egoísmo. Si no pensásemos en nosotros, pensadlo, todo sería fácil, pero nos empeñamos en hacer que la vida sea difícil, echando la culpa al mundo de nuestros males cuando sabemos perfectamente que sólo nosotros somos los causantes y los responsables de todo aquello que nos pasa, tanto bueno como malo.

¿Realmente dependemos de los demás para ser libres?

No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna. Mahatma Gandhi.

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