El Espíritu Navideño
La capacidad de independencia del ser humano se pone en entredicho cada vez que algo o alguien nos impone, sin darnos cuenta, una cultura tradicional con fecha fija que se repite año tras año, por ejemplo, la navidad, si, esa fecha en la que casi obligatoriamente juntamos a la familia casi al completo para celebrar no sé qué. Para esas reuniones familiares hay excusas durante todo el año pero en navidad no.
No deja de ser una fiesta cristiana en un mundo cada vez más agnóstico y se nos inculca ese espíritu teóricamente bondadoso que haga despertar en nosotros un sentimiento solidario, familiar y hogareño.
La gente no cree en las imposiciones pero cuando conllevan unas vacaciones o unas comilonas inusuales sí que caben en nuestro planning, seguro que le haremos un hueco aunque indirectamente estemos celebrando el nacimiento de Jesús de Nazareth, ...
Pero objetivamente hay que darle a cada cosa el valor que tiene y es que quizás no sepamos ni qué estamos celebrando pero la ocasión merece esta celebración, unir a la familia y disfrutar aunque sea por unas horas de esa compañía, de ese sentimiento familiar por encima de todo, por encima de rencores y rencillas porque nadie es perfecto, pero precisamente al "papa" lo que es del "papa" y esta celebración cristiana sirve para reunir a las familias y, aunque son unas fiestas "tristes" no hay mayor alegría que sentarte en una mesa, aunque sea una vez al año, con tus seres queridos.
Yo no creo en los espíritus pero siempre hay excepciones, al navideño, aunque no me gusta, le agradezco esa tradición de fiesta familiar y sentimental.
Feliz Navidad.
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