Las Excusas del Fracasado

Levantarse cada día pensando en si nos encontraremos a esa persona a la que dar excusas por algo que no hicimos bien, más aún sabiendo que las excusas que le podemos dar en nada se parecen a las reales y conociendo que esas excusas a esa persona ni le valdrán ni las quiere.
Salimos a la calle esperando no cruzarnos con esa o esas personas a las que le debemos una explicación por aquello que hicimos, posiblemente sin maldad, pero que demostró que clase de personas somos. Al fin y al cabo, esas personas que erran y que vuelven a errar nos demuestran la gente seria tiene que ir por un camino y los demás por otro camino, ese camino con un montón de paradas, sin rumbo fijo, donde hay infinidad de humanos haciendo auto-stop esperando corregir su camino.

Y no nos equivoquemos, los payasos sólo pueden trabajar en el circo y los problemas nunca serán parte de su espectáculo.


La filosofía del que quiere vivir feliz, del que le da la importacia justa a esos "problemas", del que da una explicación y no una excusa, del que entendió que la vida es otra cosa muy distinta al levantarse para pasadas unas horas volver a acostarse, ..., esa filosofía que te hace entender que no hay un todo o un nada, esas ganas de hacerlo bien en todos los aspectos te harán madurar con mucha responsabilidad, una responsabilidad asumible al cien por cien, una responsabilidad que te hará no tener que dar evasivas cuando no haga falta.

Las excusas, más aún cuando no se piden, son el instrumento más usado por un fracasado, principamente cuando piensan que convencen con ellas al que se las dicen.

Vivir, y vivir con la cabeza alta, bajando la cabeza con humildad y levantando la misma con orgullo. No hay incompatibilidad entre humildad y orgullo, pero evidentemente, cada aptitud tiene su momento y razón.

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