La Reconciliación Imposible

Creer que las personas pueden alcanzar la madurez en algún momento de su vida empieza a ser, al menos para mí, la utopía más irrealizable que pueda existir.

Es verdad que a muchas personas se las conoce pasando tiempo con ellas, dándole oportunidad a tu sexto sentido de equivocarse, a ese sentido que te dice desde un principio que algo no "huele" bien para darte cuenta después de que estabas equivocado.

Pero una vez conocida a la persona, habiéndole permitido incluso más errores de los permitidos, llegas a la conclusión de que no sirve para formar parte de tu vida, que es mejor desecharla.

Normalmente se nos juzga por los errores, eso es cierto. Podemos sembrar de aciertos nuestra relación con las personas, lo que no significa que llegado el momento de cometer un error se tengan en cuenta nuestros aciertos, posiblemente contados por cientos, pero cuando llega un error, caes, caes mal, pierdes la cosecha. 

¿Por qué? Somos humanos pero en el fondo somos irracionales. Esa cualidad, la racionalidad, supuestamente nos da la capacidad de usar la razón para conseguir beneficios intelectuales, cuando más bien lo que nos da esa cualidad, quizás por limitada, es permitir que nuestro ego se anteponga a ella, como si fuéramos a vivir sólo hoy y lo demás no importase.

¿Qué he de buscar? Quizás vivo esperando conocer a esas personas que sí usan su razón para vivir mejor, para intentar ser felices, para dar sin esperar nada a cambio.

Por todo esto se me antoja altamente difícil reconciliarme con la sociedad, reconciliarme con esas personas que buscan siempre un interés, una compensación, un por qué. Si los pocos racionales que encuentro se rodean de irracionales nunca compartiré mesa con ellos. Si mi vida la he de vivir aparentemente "triste" y "solitario" será un gusto para mí hacer creer eso a los demás siempre y cuando me dejen vivir razonando.

Cuando las personas valgan la pena, que me llamen, iré gustoso a compartir razones. Mientras, que me dejen vivir, nunca un camino solitario fue tan bonito.