Elegir es de sabios
Es evidente que todo no se puede tener en la vida, siempre hay que elegir qué decisión tomar, qué camino coger o qué pantalones ponerse.
La vida nos va demostrando en cada momento que no se puede tener todo, que no podemos trabajar a jornada completa y educar a nuestros hijos, que no podemos dormir sin sueño, que no podemos vivir desmotivados y aparentar una alta motivación, que no podemos vivir enamorados sin amor ...
Siempre habrá que elegir, quedándonos con aquello que apreciamos y desechando algunas cosas "menos" importantes.
Pelear cuando la ocasión realmente lo requiera será la forma más útil de sentirse vivo pero, de una forma más que evidente, cuando la pelea no nos vaya a dar un aporte personal, ¿qué sentido tiene pelear?
Ni es más rico el que más tiene ni el que está más ocupado es el agobiado o el librado de hacer. Quiero decir, hay quien se esconde tras un aparente estado de agobio resultado de no tener suficientes horas en el día para hacer lo que en teoría hace y también está quien se libra de cumplir con ciertas obligaciones por aquello de que tiene otras que no le dejan cumplir con las primeras.
O somos o vemos. O somos de una forma de ser o la vemos en los demás.
Por desgracia sólo vamos a tener una vida para hacer todo aquello que queramos hacer por lo cual tendremos que elegir qué hacer y qué dejar de hacer.
He elegido una forma de vivir, que es lo que me diferenciará de los demás porque todos los habitantes de la tierra nos parecemos en una cosa, todos moriremos, de una forma o de otra, pero nuestro final será el mismo.
Por ello hay que elegir una manera de vivir, una manera de ver la vida, desde un punto vital, mirando siempre hacia el bien (que en ningún caso nos asegura la felicidad), haciendo las cosas muy bien, casi perfectas (que no nos asegura estar tranquilos) y permitir en nuestra vida todo aquello que nos ayude a entender que vivir es lo mejor que hay que hacer durante nuestra vida, que esperar mucho de la vida no es real, por eso hay que elegir.
Elegir a tu pareja entre miles de personas, elegir un hogar entre miles de viviendas, elegir un trabajo, dónde pedir una hipoteca, elegir tener hijos, elegir callar en vez de protestar, elegir un camino (que evidentemente no tiene por que ser por donde va todo el mundo), elegir simplemente un sí o un no.
En la elección está nuestro futuro, elige qué quieres ser, elige cómo morir, feliz o echando de menos lo que quisiste ser y que por una mala elección dejaste de serlo.
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