La Honestidad Necesaria

En los tiempos que vivimos, carentes de todo aquello que nos daba educación, saber estar, compostura y moderación (básicamente porque no había otra cosa), acostumbrarse a tener que aguantar determinadas situaciones, personas o comentarios es cada día más difícil cuando se está intentando constantemente ser honesto.
Un dato, los programas tipo "Sálvame", "GH" o similares son líderes de audiencia. 

La honestidad conlleva tener un comportamiento apropiado en cada una de las situaciones morales y sociales que nos vamos encontrando en nuestro camino.

Podemos llamarle honradez, saber estar, integridad, dignidad, bondad, justicia o desinterés, podemos llamarla como nos dé la gana, pero la honestidad, en claro peligro de extinción, nos lleva a la sabiduría personal para entender qué respeto aplicar a cada una de esas coyunturas en las que ser honesto signifique ser, cuando menos, justo.

Ser justo implica actuar según la moral y la razón, esa razón odiada por muchos por la no tenencia de la misma, lo que hace habitualmente que faltemos a la verdad y, en definitiva, no mostrar argumentos para apropiarse de ella y entrar en las incoherencias de personas absurdas y deshonestas.
¿Qué defienden ese tipo de personas? La sinrazón. No reflexionan sobre la cualidad de ser honestos. Se empeñan en llevar la contraria sin saber dónde van ni a dónde llegarán.

Estaremos de acuerdo en que muchas veces decir la verdad hiere u ofende, puede ser, por eso tenemos el comportamiento adecuado para hacerla ver y no tener que decirla en un momento dado. Claro, nos encontramos con quien no quiere verla o con quien cegado por la irreflexión y tozudez no la ve. No todo vale, es así, hay que reconocer cuando no pintamos nada en un lugar y no podemos obcecarnos y permanecer en ese lugar. Para ser honesto hay que saber decidir justamente. No tiene por qué ser huir, ya que una retirada a tiempo es una victoria.

En condiciones normales, el amor que se siente por un hijo es honesto, desinteresado y lo más bondadoso posible.
¿Por qué no puede ser así con el resto del mundo? Tu pareja, tu familia en general, tus amigos, tus conocidos, incluso con tus enemigos podemos tener una relación honesta, clara y sincera. Ser justos (o políticamente correctos) no tiene que significar un esfuerzo extraordinario.

¿Por qué todo es negociable? ¿Por qué siempre hay un interés? ¿Por qué no vemos la razón?