Escaparate al Mundo
Cada persona muestra sus virtudes o sus defectos ante la sociedad independientemente sea o no poseedora de esas cualidades, quiero decir, mostramos lo que queremos mostrar, mostramos mentiras o verdades buscando en la gente un efecto de pena y aflicción hacia nosotros.
Esos efectos que buscamos en los demás hacia nosotros los intentamos conseguir diciendo frases que infunden sensaciones o sensibilidades humanas. ¿Por qué? Porque así sentirán que somos también humanos, que nuestra sensibilidades nos humanizan hasta el punto de echar unas lagrimitas.
Con una simple frase podemos sensibilizar al sensible y engañar al inocente. Podemos (y queremos) hacer ver en una persona que somos lo que quizás no somos, pero lo aparentamos.
Una frase del tipo "pobres refugiados" puede hacer sentir al prójimo. Esa frase emana sensibilidad si la decimos abiertamente pero resulta vana cuando en realidad no hacemos nada por ayudar al necesitado. Presumir de vivir de determinada forma cuando tu miseria humana no aporta al mundo nada más que enfrentamientos propios de guerras continuadas. Comentar, en definitiva, las pobrezas humanas y no hacer nada por evitarlo es simplemente es ser aparente. La persona insensible puede sembrar sensibilidades, pero nunca podrá sentirlas, nunca dará un paso adelante en busca de soluciones humanas.
El mundo ha de ser mundo. Sólo puede conseguirse aportando un grano de arena (y no llevándote un puñado). No consiste en ser amado, consiste en amar. No podemos retroceder ante las adversidades, debemos siempre dar un paso hacia adelante por muy pequeño que sea.
No debemos ni podemos mostrarnos ante el mundo como un artículo de escaparate, eso es de personas vacías, vacías de sentimientos, de afectividades y delicadezas, personas que sólo saben fingir estén donde estén, en una cama o en una iglesia.
El mundo, aunque sea tu propio mundo, te necesita y tú mientras ... mirándote al espejo.
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