Alcanzar el término medio
O somos de unos o de otros, y no, no se trata de llegar a un extremo o de ni siquiera intentarlo, se trata de entender que la objetividad, si de la vida hablamos, no es absoluta, y que ni sumando se consigue la felicidad eterna ni restando iremos al "infierno".
En encontrar y disfrutar de un término medio está la felicidad de cada uno, al menos el entender dónde puede encontrarse y disfrutarse, nunca un extremismo nos hará libres ni dichosos, nunca la neutralidad nos aportará prosperidad.
Por eso tenemos que probar, tenemos que arriesgar y tenemos que entender.
Sí, en el entendimiento está la prosperidad y la libertad. Nunca nos veremos obligados a permanecer cuando no nos quieren, nunca tendremos que conformarnos con algo que no nos gusta, nunca un placer nos puede crear una obligación.
En un mundo lleno de envidias, alcanzar el término medio entendiendo que no todo es como nos gustaría que fuese nos lleva a tener que alegrarnos, porque ese es el camino, de las virtudes de los demás, de sus suertes y de las alegrías que a cada uno les toque vivir. Si nosotros, en esa fortuna no tenemos cabida, sólo nos queda entender que ese no es nuestro sitio, que nuestro sitio será aquel que hemos creado con los que nos gusta estar y donde nos gusta estar.
El término medio no es dar la razón a quien no la tiene por mucho que nos pueda doler no dársela. El término medio es reconocer que la razón la tiene esa que persona a la que no adoramos y quitársela a quien amamos. El término medio es saber que la lealtad que le debemos a quien amamos hará que aunque en ocasiones le quitemos la razón, siempre le amaremos.
Para alcanzar el término medio hay que vivir, vivir intensamente unos años, mezclándonos con todo el mundo y analizando por qué la vida es así y que podemos hacer para remediar nuestros errores y los de los demás.
Nos enseñan que si nos insultan o si nos agreden hay que insultar o agredir. Nos enseñan un camino por el que seguir cueste lo que cueste. Nos enseñan el materialismo. El hacer los que nos dé la gana. Nos señalan la dirección aparentemente correcta. Nos empujan cuando no queremos salir sin preguntar por qué no queremos salir. Nos adiestran para obtener siempre un beneficio de cualquier tipo. Nos dicen "ve" sin saber a dónde vamos.
Pues en esos ejemplos está que hay que alcanzar un punto en el que sentirnos vivos sin vicios adquiridos: no hace falta ofender ni agredir, simplemente nos echaremos a un lado y dejar que pasen aquellas personas que con sus ofensas o agresiones pretenden inundar las conciencias de cargas inútiles. El camino nos no debemos de crear nosotros si ese que nos enseñaron no lleva a ninguna parte. Debemos aprender que el amor hay que cultivarlo, sin materialismos. Aprender a ser valientes para dar ese pasito que nos lleve a alcanzar nuestro punto medio depende exclusivamente de nosotros.
Tengo varias obligaciones: amar para ser amado, dar, ofrecer y vivir. Lo demás son vicios más o menos adictivos. Mi término medio es vivir dignamente, Mi sitio soy yo. Mi camino, mi vida. Los consejos los atiendo, las órdenes no.
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