El Éxito Social
Dependiendo de nuestra personalidad nos pasamos gran parte de nuestro tiempo buscando obtener éxito socialmente, preparando nuestro cuerpo como un escaparate bien adornado donde todo el mundo se refleje, nuestra obsesión es nuestra miseria.
Pretendemos ser aquello que no somos y para ello acudimos a todo tipo de maquillaje (real o ficticio) para que los demás vean en nosotros a alguien guapo por fuera que, en muchos casos, esconde fealdad por dentro.
¿Salud, complejos o belleza? Como vivimos en una mentira tan grande como nuestra vida, nos excusamos de mostrar determinadas partes de nuestro cuerpo por problemas de salud o por complejos. Nunca mostramos la verdadera razón de nuestra apariencia que no es otra que la belleza material, el atractivo que podemos tener o la sublimidad egocéntrica. Pero que no nos pregunten si "como" lleva tilde o no ni los motivos que provocaron la guerra de Yugoslavia. Esas conversaciones no nos gustan, huimos de ellas porque no es nuestro terreno. Se trata de mostrar un cuerpo lo más trabajado física o artísticamente.
En la mayoría de los casos lo que mostramos es falsedad. Abdominales de ensueño con nula sesera o pechos de belleza fingida en un falso intelecto. Todo de mentira, el aprendizaje vital o cultural dura hasta nuestra muerte, los músculos o la pechera, mientras se cuiden.
Así, si de éxito se tratase, ¿quién tendría más? Pues habría que intentar decidir entre quien muestra su verdadero yo o quien hace ver lo que no es. Un verdadero yo puede gustar o no, pero lo que vemos, con quien hablamos y lo que hace esa persona es verdad. Una persona falsa nunca se llega a conocer, ni su pareja lo hará.
¿A quién debo gustarle? Preparamos nuestro físico para gustar a la gente y en realidad deberíamos hacerlo para gustarnos a nosotros mismos. Nos depilamos todo el cuerpo, nos blanqueamos los dientes, barba cuidada en los hombres, prótesis en las mujeres, gimnasio, tatuajes, ..., todo para gustar a los demás en la mayoría de los casos. Si no me gusto a mi ... ¿cómo voy a gustar a los demás?
Si optamos por intentar gustar a todo el mundo y si pensamos un poco nos daremos cuenta que todos somos iguales, como digo, hay prototipo de hombre, musculado, con tatuajes, con el pelo y la barba de peluquería, ..., son todos iguales. Las mujeres, más de lo mismo, pelo largo, buen cuerpo, siempre a dieta y todos adictos a las redes sociales. Así es difícil destacar.
Buscamos un éxito social, al igual que nuestra imagen, ficticio, cuando el verdadero éxito nos lo han de otorgar los demás por haber mostrado siempre la misma personalidad, la misma disposición social a ser nosotros mismos y no aparentar ser lo que no somos.
¿Por qué hay tanto fracaso amoroso? Si en algún momento hubo amor se descompuso por elegir entre la intimidad o lo que hay fuera de ella. Algo creímos en la intimidad que no se dio o algo vimos en la sociedad que no lo teníamos en la intimidad. Al final, apostamos por el éxito social ... y era mentira.
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