Estar donde no se te quiere

Dejémonos de tonterías de una vez por todas, ¿por qué fingir? ¿por qué aparentar? ¿por qué estar allí donde no estás a gusto? ¿por qué tener miedo a quedar mal, al qué dirán?

Pues así somos las personas, nos importa más la opinión de la gente hacia nosotros que nuestra propia opinión con nosotros, es decir, podemos estar a disgusto con nosotros mismos para que los demás estén a gusto, y así nos va.

Por eso la sociedad tiene esta tendencia a la falsedad de cualquier tipo, falsas apariencias, falsos testimonios, falsas sonrisas, falsas amistades, falsos matrimonios. No solemos ser auténticos, pero eso sí, intentamos demostrar a la gente que lo somos. Somos incapaces, pero intentamos aparentar que somos capaces. Capaces de nada, porque la insensatez no nos deja expresarnos libremente. ¿Cuántas veces hemos pensado "debería decirle esto"? Muchas, pero casi nunca lo hacemos.

El mundo pasa de nosotros, como es normal, pero ¿por qué empeñarnos en que no sea así? ¿por qué disgustarnos cuando no nos quieren? La vida es mucho más fácil y si le prestamos tiempo, nos daremos cuenta de ello enseguida.

No estar en tu sitio conlleva no estar a gusto contigo mismo. Y eso al final se nota, se nota demasiado, y acaban demostrándote que no te quieren. Y repito, ¿dónde está el problema? Si tú en el fondo no quieres eso ...

Tu, como todo el mundo, lo que quieres es ser feliz y normalmente la gente no te deja serlo. ¿De quién dependes? Si dependes de alguien, lo que implicaría que no vivieras a gusto, acabarás viviendo sin aportar y al final sin el cariño de quien aporta. Si eres independiente ... ¿por qué no mandar a la mierda a aquellas personas que menguan tu felicidad? Ahí está el problema porque la respuesta suele ser "es que ..."

Es que ... nada. Realmente está perfecto que quieras la felicidad de la gente que te rodea, pero esto ha de pasar cuando no merme la tuya, porque si amas a tu pareja pero ella a ti no, mal vamos, porque si tus hijos se han situado por encima tuya, seguimos mal, porque si tu jefe no te deja ser tu, peor.

Vive y deja vivir y, sobre todo, deja morir, porque en la vida estará una muerte "feliz".