La sociedad me amarga

Si entendemos la sociedad como un conjunto de individuos que interaccionan entre sí y comparten ciertos rasgos culturales esenciales, cooperando para alcanzar metas comunes nos encontramos con la evidencia de que en la nuestra sobran muchísimas personas porque no se enmarcan dentro de esta deficinición.
Evidentemente la sociedad la formamos un conjunto de individuos que interaccionamos entre nosotros y posiblemente compartimos rasgos culturales esenciales a excepción de los que vinieron y no respetan nuestra forma de ser y de vivir, amén de nuestra cultura en general.

No saldrá en nuestro país ningún "Ché", ningún "Gandhi" ni nadie que se les parezca porque sólo nos queda entregarnos a la sociedad como una millonésima parte de ella, capaces de nada, desarmados, carentes, trabajando si hay trabajo y pacientes si no lo hay.
Nos toca seguir las ideas que nos marcan, no las que existen en nuestro interior, mirar hacia donde mira todo el mundo, ir en la dirección hacia donde apuntan las flechas, pararse cuando hay un stop o aparentar ser listo. Es nuestra sociedad, no sé si a todo el mundo le gusta, pero todo el mundo práctica ser sociable.

Los medios nos manipulan y nosotros nos dejamos manipular, somos del Madrid o del Barça, del PSOE o del PP, de Jesús o de Buda por el simple hecho de que así nos lo marcaron desde niños, somos incapaces de rectificar y de ver la objetiva realidad de la sociedad, no nos complicamos la existencia para corregir errores, nuestros o de los demás, simplemente seguimos hacia adelante porque es el camino más corto para seguir viviendo sin problemas, porque si el de delante me pasa un problema, yo se lo endoso al de detrás y así sucesivamente ... porque así es nuestra sociedad.


Y si los problemas aparecen es porque nos intentan desestabilizar con la principal virtud de cada individuo que compone nuestra sociedad: el ego. ¿Cómo le hago daño al "enemigo"? Insultándole o ninguneándole. Así de simples somos, aunque seamos los más listos.

Nadie reconoce los logros de los demás, no, lo que aparece al sentir que los demás pueden haber conseguido algo con su esfuerzo es que no será así, si no más bien cuestión de suerte. Nadie es mejor que tú, ellos tuvieron fortuna ese día, ese mes o esos años, y además, tú tuviste mala suerte.

En fin, nuestra sociedad es esta y si alguien espera que remontemos inteligentemente el vuelo que espere a ver si otro lo hace por nosotros y cuando lo hagan tendremos decir, ¡qué suerte tiene!

"Aunque el mundo contiene muchas decididamente malas, la peor de todas ellas es la sociedad." (Schopenhauer)

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