La vida que quiero vivir

La existencia de un ser es algo casi inexplicable cuando el raciocinio se pregunta el por qué estamos aquí.

Nuestra vida depende de muchos factores para que lleguemos a comprender qué hay que hacer para tener una vida lo más semejante posible a una vida recíproca con nuestra forma de ser.
Todas las personas no quieren tener un coche de lujo, no todas quieren un apartamento en la playa o una casa en la sierra, unos quieren que su vivienda sea un piso de setenta metros, otros viven en una casa con piscina e incluso hay quien espera que su vida le dé frutos sin ni siguiera sembrar.

Podemos vestir de infinidad de formas lo que no debería de ser una manera de ser juzgado porque las apariencias, aparte de ser mentiras que sobre nuestra persona ofrecemos, no siempre muestran la realidad de una persona.

Vivimos pendiente del consumismo propio del siglo XXI, ropa, calzado, coches, viviendas, peinados, viajes, ..., de marca real o falsa, pero aparentamos ser esa persona que queremos que crean los demás sobre nosotros, no nos preocupa la personalidad individual, no nos preocupan las hipotecas, los préstamos, comer todos los días, ..., nos preocupa pertenecer a esta sociedad y estar orgullosos de ello.

La eterna adolescencia que algunos se empeñan en vivir hace que el mundo camine hacia la inmadurez, hacia esos pensamientos tales como "no me dan trabajo ...", "me quitan la vivienda ..." o el "para qué ...", porque como lo que quiero de mi vida es pasar el tiempo, sin complicaciones, sin motivaciones, sin ideas propias que me ayuden a conseguir lo que quiero, no tengo que preocuparme en qué pasará mañana ... ya me enteraré por el facebook.

Evidentemente hay personas más inteligentes que otras pero eso es la inmensa minoría porque la gran mayoría se mueve en unos coeficientes socialmente aceptables pero que individualmente tendrían que servirnos para preguntarnos qué tengo que hacer con mi vida.

Mirar hacia atrás en momentos puntuales de tu vida y no arrepentirte casi de nada quiere decir que has vivido conforme a tus exigencias vitales. Comprobar qué hiciste bien y qué mal, que soluciones diste a tus problemas, qué lujos te permitiste, qué ideas fueron tus principios, qué correcciones hiciste ...


Siempre habrá tiempo de quejarse de todo, de no admitir los fallos y de esperar a que ese tiempo solucione lo que tú no has sido capaz de solventar.

Tu vida espera de ti que la vivas siendo, estando, creando, confiando, emprendiendo o defendiendo, pero que la vivas para cuando se cumpla tu etapa te sientas orgulloso de lo que hiciste y no sea tarde para pedir un perdón a alguien que se lo mereció en su momento.

"La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa." Albert Einstein

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