La Insuficiencia Social

No quiero vivir para expresar mi descontento diario con el mundo que me rodea, fingiendo con una mueca por sonrisa que me importa aunque sea un poco lo que me dicen, porque lo que me dicen, lo que escucho, no llega ni a ser algo por lo que valga la pena sonreir o comentar, las absurdeces hace tiempo que dejaron de motivarme y a pesar de que sigo escuchándolas a diario no he llegado a conseguir dehacerme de ellas casi ni cuando duermo.

Seguramente por la inercia de dejarte llevar te ves a veces rodeado de insignificancia, de comentarios inútiles o inservibles que sólo sirven para que te preguntes "¿qué hago yo aquí?", porque la gente no se cultiva, se limita a opinar sin saber, a vivir sin convivir, a calificarte sin conocerte, a hablar sin contrastar, a transitar sin vía, a tergiversar con maldad, a crear apariencias para que la gente admire ...

Me vestiré con mi smoking de alpaca, mis zapatos italianos cual amante de la elegancia, mi pelo engominado y un perfecto afeitado para hacer ver a la gente mi buen gusto, mi ego, mi falta de fragilidad, que parezco ser ese que quiero ser, omitiendo mis faltas, mis carencias que aparecerán cuando llegue a casa y me encuentre sólo, desnudo de toda esa parafernalia que usé para impresionar, ¿impresionar a quién? no sé, quizás a esos tontos como yo que ocultan su verdadero yo por la opinión de la sociedad.

Puedo plantearme volver a esta sociedad aparente, falsa, en la que prima aparecer y mantenerse en ella en forma de estrella de cine cuando el verdadero sitio de los que la componen debería ser un centro de rehabilitación de personas, de esas personas que se engancharon a la mentira, a la falsa apariencia para desaparecer de su sitio real.

El fuego me da calor, la gente me quema. Nunca un elemento natural me dió la necesidad de desaparecer de algo, la naturaleza me aporta más que la gente, me da tranquilidad, me da paciencia, me da un espacio para pensar y arreglar lo que las personas hacemos.
Nos encerramos en una cárcel social, cualquier reunión puede llegar a ser una celda para mi, cualquier comentario una condena, cualquier sinrazón otra prueba más de que mi sitio no es rodearme de la sociedad que compone mi vida diaria, de que posiblemente haya infiernos peores que la sociedad que me rodea.
Estoy seguro, porque conozco a algunas, de que hay personas capaces, fieles, casi perfectas en muchos sentidos, que quieren lo mismo que yo, otro mundo, otra gente, otras mentalidades, otros comentarios ...


Me reafirmo en mi indignación sobre la sociedad cuando escucho comentarios como los que pueden hacer Mourinho, la antropóloga forense del caso Bretón, Josefina Lamas, cualquier político de nuestro país, cualquier periodista de los programas basura de telecinco, etcétera, etcétera.
Si estas personas carecen de humildad para hacer sus comentarios, cómo voy a intentar que los que caminan por las calles de mi ciudad sin tan siquiera un mínimo de sentido común, puedan llegar a motivar a alguien.

Evidentemente vivo donde tengo que vivir, soy quien debo ser y estoy donde tengo que estar. Rectificar es de sabios y vivo donde quiero vivir, soy quien quiero ser y estoy donde quiero estar ... de momento.

Comentarios

  1. Esta es la pura Realidad que estamos viviendo día a día, pero si esas personas que se visten como dices" con smoking de alpaca y con sus zapatos italianos" se sentaran solos en un lugar a analizar ¿que esta pasando con mi vida? ¿en que me estoy convirtiendo cada día ? o ¿que puedo hacer para mejorar personalmente? viviéramos en una sociedad en donde la hipocresía no seria la ropa de cada día, pero todo empieza por nosotros en hacer ese cambio para llegarles a las personas y que analicen lo que esta pasando.

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