El Interés Insolidario

Me harta, huyo, pero no por ello dejo de ver cada día el valor (o la falta de él) de las personas con las que uno se encuentra, con las que uno choca, para darme cuenta que, si no hay un interés de por medio, no hay solidaridad.

Cuando hablas con alguien sobre una labor que haces, de manera altruista, siempre te pregunta esa gente "pero, ¿cuánto cobras?". Ese es el quid de la cuestión. Nadie hace nada sin tener por ello que recibir algo a cambio. Incluso esos "favores", esa ayuda o asistencia que se presta de forma "gratuita" realmente los hacemos esperando recibir algo algún día.

Todo nos da igual excepto el dinero o, a falta de este, cobrar, sea cual fuere la forma de hacerlo, ya sea en dinero, en trueque o en carne, pero cobrar, y si puede ser añadiéndole un interés, mejor.

Si ejercito mi cuerpo y mi mente por los demás es para recibir algo, no entenderé de otra forma de vida. ¿Por qué ha de ser así? ¿Por qué se le da al dinero más valor del que tiene?


Podemos usar el tópico de que el dinero no da la felicidad, que es cierto, o que ayuda a tenerla, que también, pero no todo tiene que ser ese todo o por el contrario ser la nada.
Nos movemos en un mundo en el que te tratan de una manera diferente si tu apariencia es de tener ese bien tan preciado por los aparentes, es decir, ya no sólo se trata de tenerlo, con aparentar tenerlo es suficiente para nuestra sociedad tan vacía y egocéntrica.

¿Por qué esa insolidaridad?
Porque la solidaridad implica mirar por los demás, implica sufrir por el mal ajeno (y no al contrario como es lo normal), implica pensar que algún día puedes ser tú la tercera persona por la que mirar y por la que sufrir, porque lo contrario implica tener una ganancia, un interés.

Ese interés nos hace insolidarios, si no hay interés, qué congruencia, no hay solidaridad.
La solidaridad nos hará sentir bien, la insolidaridad nos creará mala conciencia (si es que hay conciencia en los insolidarios).

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