Vivir

Vivir, aparentemente tan fácil y realmente tan difícil.
No solemos plantearnos efectivamente vivir felices porque en la mayoría de los casos nos limitamos, simplemente, a vivir, sin más. Entendemos que nuestros esfuerzos han de ir encaminados a no pasar necesidades cueste lo que cueste, y se nos va la vida.
Entre estas necesidades la principal es el preciado bien material, el dinero, creemos que con él ya seremos felices, que nuestra vida será más placentera. Y no. Ni poseer ni malgastar ese bien tan valorado por los que valoran lo material. La felicidad no depende de él y sí de tu filosofía.
No, porque no se trata de materialismo, se trata de sentimientos. Sentir que nuestra vida discurre por el camino de la felicidad no está pagado, no hay dinero que lo sustituya. La sensibilidad es la mejor capacidad que puede tenerse en la vida, sentir cositas buenas, sentir amor, sentir todo aquello que te haga disfrutar.
Sin felicidad no hay vida y con problemas sí que la hay. La felicidad hay que buscarla y a los problemas hemos de hacerles frente cuando se presentan, no al día siguiente.
Como tampoco un gran problema debe ser lo que te abra los ojos para entender que la vida hay que disfrutarla. ¿Por qué esperar a que esto ocurra? Hoy debe ser el día en el que, si no lo has hecho ya. has de cambiar tu forma de entender la vida, tu forma de vivir, y comenzar a disfrutar de cada momento bonito y aprender de cada momento malo.

No se trata de competir o de que el egocentrismo te lleve a intentar ser más que los demás. No, se trata de ir por tu propio camino, creando para ti todo aquello con lo que disfrutas y desechando lo que no. No se trata de situarte en en lado donde todo es menos complicado: apoyar al fuerte y despreciar al débil cuando sólo uno tiene la razón y no miraste quién la tenía, fuiste a lo fácil, al que te daba menos dolores de cabeza.


Vivir es disfrutar con el crecimiento, hacer que este sume y nos aporte y entender que si no vamos a intentar, al menos, ser felices, tampoco hemos de temer a la muerte. Ver con tus propios ojos lo que haces, por ti, y nunca mirar con los ojos de los demás.
No podemos malvivir temiendo a la muerte, no nos podemos dedicar a sufrir con el final de nuestra vida y malgastar días arrepintiéndonos después de no haberlos disfrutado.

¿Qué es vivir? ¿Gastar? ¿Beber? No se trata de poder hacer diariamente aquello que te guste hacer, se trata de un sentimiento mucho más profundo, se trata de saber qué está bien y como desarrollarlo, se trata de entender que el mundo no puede ser como yo quiero que sea, se trata de alegrarse por la buena suerte de los demás, sean quienes sean.

Y creer que todo es normal, que nada malo tiene que ver contigo, que haces las cosas como han de hacerse, ..., creer que vives, y que vives bien. Y creer que todo es normal.

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