Cómo hemos cambiado
Desde la forma de vestir hasta el lenguaje hablado, por no hablar del escrito, nos van indicando el nivel de la sociedad española, carente de sensibilidad, anclada en el sofá o en el bar, ampliando sus conocimientos a través de internet haciendo caso a las "noticias" que en la red aparecen tales como si Shakira está embarazada o si es mejor "Splash" que "Mira quien salta", utilizando los textos cortos tipo "ola que ase" o llegando a la conclusión que si no hay trabajo es porque nadie lo ofrece.
Antes se escribían cartas de amor que decían "Es mi afición tanta a vuestra merced que me abraso en amores" (http://www.elmundo.es/elmundo/2013/04/20/noticias/1366452748.html) y ahora, por el contrario, diríamos (via whatsapp o line, por supuesto) aquello de "kieres kedar? si o ke?..." para acabar con la coletilla de "si te ha gustado pásalo, si rompes la cadena ..."
La sociedad tienda a la autodestrucción intelectual, si antes había una cultura general mayoritaria, ahora se vuelve minoritaria, si antes se entendía que el consumo inútil y desmesurado estaba al alcance de muy pocos, ahora toda la sociedad consume inútilmente, más inútil aún cuando ni siquiera pueden gastar algo que no tienen.
Ante la falta de capacidad moral e intelectual de los componentes de esta sociedad, supuestamente contraria a la globalización pero que se deja seducir por las tendencias, cánones y corrientes de los que quieren que pensemos de una o de otra manera, la vida del ser humano que sí que quiere disfrutar abiertamente de su vida sin pensar en los demás se antoja sumamente complicada hasta el punto de pensar en comprarse una cueva y vivir cual ermitaño alejado de ruídos y necedades.
En fin, que esta vida no es para mí ... yo quiero vivir con amor, como un niño, jugando otra vez ... y no debería ser tan complicado.
Comentarios
Publicar un comentario