Los Verdaderos Profetas

Uno se suele rodear en su vida de aquello que le gusta sin que le haga daño, aquello que le motive sin que le quite el sueño o aquello que le gusta, le motiva y que le gustaría ser.

Cualquier peatón tiene como ídolos personas casi inalcanzables, desde Jesucristo hasta Florentino Pérez pasando por Forrest Gump o Leonardo Da Vincci, no sé, parecen como digo inalcanzables, sé quién fue Jesús pero no lo conocí, conozco a Florentino Pérez pero parece de mentira al igual que Forrest Gump.

Mi mundo necesita de personas reales, mis propios profetas, que me enseñan sin saberlo, que me guían sin enseñarme directamente el camino. Esas personas existen, Pellegrini, Germán, Guardiola, Goyo Jiménez, Xabi, ..., personas físicas cuyo mundo es parecido al mío, un mundo real igualmente lleno de incertidumbres y egocentrismos propios de la actual sociedad pero en donde hay que vivir, buscando esos profetas y desechando todas las ovejas que sólo sirven para pastar donde sus pastores, mis falsos profetas, quieren que pasten.

No pensamos en nosotros cuando criticamos a la sociedad, no pensamos en nosotros cuando entendemos que España es un país hipócrita, de sinvergüenzas y de ciudadanos parásitos, como decía Goyo toda la gente en España roba (menos yo), no entendemos cómo se puede construir una sociedad nueva en España sin antes cambiar nuestra mentalidad.

Sólo nos quedará la mentalidad de los verdaderos profetas, aquellos a los que nada ni nadie les hace falta para caminar por la vida a su manera, alegremente, responsablemente u objetivamente, nunca mirando en qué hacen los demás, qué camino cogen o cual será su próxima frase.