Perder el miedo a perder

La mayoría de las personas viven con la conformidad de mantenerse en la vida cuales peces de acuario, comiendo, viendo y durmiendo.

La cualidad de emprendedor se antoja dormida en esa gran mayoría de seres humanos, incapaces de reaccionar, ni positiva ni negativamente, ante una dificultad o ante un contratiempo. Pero, ¿por qué no reaccionamos?

Independientemente de que el atrevimiento pueda conllevar pérdidas, las personas ni se plantean ese emprendimiento, no arriesgan buscando algo mejor, no buscan ese camino lleno de incertidumbre asustados por el temor de qué pasará, ¿ganarán? ¿perderán? Posiblemente ambas cosas, pero en cada pérdida habrá una ganancia ... el riesgo ha de ser motivante como poco.

No se trata de valor económico, el que emprende en cualquier ámbito arriesga, y el que arriesga gana, o puede ganar. Pero el temor a perder invade cada neurona de esa persona, incapaz por tanto de poner en práctica la búsqueda de aquello que desea.

La buena suerte no existe a excepción que te toque la lotería, la mala sí, desgraciadamente. ¿Qué puede perder una persona digna?

Una sociedad contribuye en mayor o menor medida a tu disposición de actuar, ¿qué dirán?, nada puede anteponerse a tus deseos de ser o de hacer. El miedo a perder es de perdedores, de desconfiados, de egoístas y envidiosos. Perdiendo ese miedo ganarás vida.