La leve e inerte vida
Ya sea como adjetivo o como proceso químico, inerte es aquello que carece de vida (o movilidad) o algo que permanece inactivo cuando se combina con otro cuerpo. Una vida inerte puede ser una contradicción, pero una realidad, otra paradoja de la propia vida.
Una vida leve es cualquiera que se viva con poca intensidad, como si te diera igual vivirla. conformándote con todo. Estamos de acuerdo en que todo el mundo no puede vivir con la misma intensidad, hay ganadores, hay perdedores, hay protagonistas y hay secundarios como en cualquier película, incluso hay figurantes, ..., pero hay que vivir, hay que darle sentido a la vida.
La mente de una persona ha de trabajarse a diario, buscar la mejor versión de ella, podemos tener más o menos inteligencia pero eso no quiere decir que no podamos explotar al máximo nuestra mente.
Es decir, si hablo de personas inertes, estaría hablando de aquellas carentes de una vida, ya no digo de una vida saludable, por ejemplo, me refiero a una vida que diga algo, que aporte, que motive, que se mueva.
Hay personas que aguantan el peso de la vida desde todos los lados posibles, desde un lado amable hasta un lado prácticamente inhumano aguantando a mortales hasta la sinrazón de la propia vida. Estas personas tienen incluso que automotivarse para creer en ellas mismas, tienen que hacer por ellas y por los demás, tienen que hacerse cargo de llevar a los otros hacia un punto de inflexión que, cuando menos, haga a esas personas plantearse su existencia y querer cambiar el rumbo de su vida, cosa altamente improbable por otro lado.
Por otro lado hay personas que ni tan siquiera opinan por temor a equivocarse, que preguntan antes de hacer, que aparentan vivir cuando su vida se limita a trabajar (por cuenta ajena, por supuesto) y a ir al mercado a comprar víveres para poder seguir viviendo una vida desmotivada y desmotivante.
Estas personas, las inertes, muestran sus apariencias de personas normales, capaces, coherentes, aquellas que están siempre dispuestas cuando en realidad rezan para que el mundo pare y así poder descansar de su descanso, más aún cuando hacen lo que diga la persona de al lado o la del otro lado, esa de la que presumen no estar esposadas para después no saber qué hacer o qué decir sin preguntarle a ella antes.
Viven posiblemente por vivir, quiero decir, no aportan nada a nadie, van en la dirección que les marcan, no apuestan, no ganan (tampoco pierden), piensan con mentes prestadas y actúan siempre de relleno o de figurantes, nunca tendrán un papel protagonista dentro de una historia, ni tan siquiera de la suya propia.
Estos seres inertes normalmente no estudian, tienden a engordar, muestran siempre una sonrisa a la gente, tienen hijos, no suelen salir a disfrutar de la vida, ven en un sofá a su compañero de ocio preferido y en la televisión su confidente. Si hablan demasiado acabarán contando su penosas historia, su amargura y su desgracia.
¿Qué sociedad formamos? ¿Envidiable? ¿Rica? ¿Floreciente? ¿Un paraíso? Míranos y responde.
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