Un ejemplo de persona

Puedo nombrar multitud de ejemplos para mostrar qué tipos de personas existen, qué variedad de ellas hay en la sociedad actual y cuánto valen.

Como ejemplo de persona nos imaginamos un modelo a seguir, o no, según se piense en positivo o en negativo. 
Pero no, cuando hablo de ejemplo de persona voy a mostrar algunos de los que componemos la sociedad, podemos vernos reflejados en algunos de ellos o no, podemos recapacitar o no, somos libres. O no.

Hablo de persona, hablo en femenino.

El ejemplo de persona que más me llama la atención por aquello de su abundancia en la gente es la aparente, que parece y no es, esa persona que por encima de bondades y humanidades está su apariencia, el deseo de que la gente piense de ella que podría ser un ejemplo a seguir, pero no, si la valorásemos por su venta, se vendería en un todo a un euro, por ejemplo, ya sabéis, cosas que parecen bonitas y elegantes pero que valen ... un euro. Copias baratas, falsificaciones, ..., una mentira al fin y al cabo.

Otro ejemplo sería la persona egocéntrica. Esta va de la mano con la envidiosa, controladora de todo lo que sucede a su alrededor, se centra en organizar la vida de la gente, una gente que es incapaz de llevarle la contraria por lo que directamente le suben el ego (todavía más). Su felicidad nunca será plena, siempre habrá algo que le amargue. Valen lo mismo que dan, es decir, nada.

Nos podemos encontrar con la conformista, que forma parte de la gente que rodea a la egocéntrica, yendo, haciendo y siendo (por desgracia) lo que le dicen. ¿Que si es feliz? Lo dudo, aunque se conforma. También puede ser una persona acomodada, incapaz de buscar un destino diferente al que la vida le ha adjudicado. Esta persona no se valora ni ella misma, ¿por qué valorarla los demás?

Pero a veces vemos a una persona emprendedora en todos los sentidos de su vida, no le hace falta que nadie le dé un empujoncito para dar un paso al frente. Vivir y aprender de las experiencias le harán no esperar nada de nadie e intentar tener una vida digna. Su valor será igual a lo que sea capaz de hacer.

Vivir, evidentemente, hay que vivir, pero ser una persona vividora no será una buena opción. Hay que disfrutar de la vida pero sin hacer daño, a nadie ni a uno mismo.

La humana, la sensible, la solidaria, esa persona es la que debería predominar en la sociedad actual, una sociedad carente de humanidad, de sensibilidad y de solidaridad pero que es la que hay y parece ser que no podemos cambiarla.

Por el contrario, la narcisista piensa que los inferiores están para servirle, que se lo merece todo y que puede hacer lo que quiera siempre, viviendo a su antojo, porque todo lo hace bien. Lo peor es que sabemos que no lo hace bien y no le decimos nada. Pero ella piensa que es la mejor.

Muchas de las cualidades que hemos visto se resumen en dos tipos de personas, las maduras y las inmaduras. Todo depende al final de la sensatez de una persona, de la madurez de ésta.


Todos, absolutamente todos, acabarán de la misma manera. Muchos viven sin pensar en el final y en dejar una señal de su existencia. Otros serán recordados.
Es triste saber que, cuando ya no hay camino, nos volvemos humanos, nos arrepentimos del mal que pudimos haber hecho, pero ya es tarde.

Hay multitud de cualidades dignas de ser mencionadas, la comprensiva, la luchadora, la inerte, la generosa, la genuina, la alegre o la triste, todas esas cualidades, todas esas personas son parte de la cotidianidad de la vida.
Deberíamos estar siempre abiertos a escuchar para rectificar, a vivir conscientemente para morir tranquilos, de tener siempre una razón para ser de una manera positiva y desechar las razones que nos llevaron a no ser todo lo buenos que podemos ser.

La utopía de persona puede ser aquella que reúna un poco de cada uno, puedes ser aparente en ciertos momentos, no te quedará otra, ¿falso? estarás obligado en ciertas ocasiones pero nunca te conformes con la vida que te tocó si ésta te parece poco, lucha, emprende y vive. Comparte tu riqueza, que no tiene porqué ser económica, con los demás, da y recibirás.

Que no te importen las apariencias cuando no engañan, siéntete feliz por como eres, como eres por dentro. Conformarte con el destino nunca será de emprendedores o luchadores y si has de seguir a alguien, que sea digno de admiración, un ejemplo a seguir, con humanidad, con sensibilidad, con madurez, con amor, un ejemplo de persona.

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