Estar en lo cierto

A menudo confundimos el apoyo que los demás han de darnos con la lealtad que podrían debernos. Siempre a su elección, a su libre elección.
¿Por qué? Bueno, es lo de siempre, constantemente confundimos libertad de elección con obligación, ya sea para pitar un himno o para tener un hijo. El apoyo es voluntario, la lealtad debería ser una obligación.
Y digo que debería ser una obligación, pero ... cada uno es como es.
La gente es manejable, la gente es sumisa, la gente es gente, nadie destaca, nadie se atreve a hacerlo por incapacidad, claro. Los individuos que quieren libertad y la tienen porque se la han ganado no se enmarcan dentro del término "gente". Estos individuos eligen su propia vida, la entienden y la ponen en práctica. Estos individuos distinguen el bien y el mal, la obediencia y la libertad, los buenos consejos de las obligaciones.

Lealtad es agradecer lo que alguien hizo por ti y, evidentemente, ponerlo en práctica, ya que no debería valer sólo de palabra. Cada día más se confunde ésto con la sumisión, puesta en marcha por autócratas que sólo entienden su ley y todo aquello que hagan los demás estará bien ... si ellos lo aprueban. No dan libertad a sus "fieles", dan deberes y obligaciones. La lealtad la inventó una persona agradecida por lo que hicieron por ella, aprovechando una mínima ocasión para demostrar su gratitud. Cuando sucede lo contrario, demostramos desprecio aparte de ingratitud hacia aquella persona que nos ayudó, de la manera que fuera, a pasar un bache más o menos profundo.

Cuando una persona ayuda a otra, ambas saben lo que ocurrió, por qué ocurrió y quién estuvo y quién no en esos momentos. Pero claro, el sometimiento esta ahí ... No se agradece a quien te ayudó pero sin embargo se perdona al que no lo hizo por miedo a su reacción explicativa y airosa de por qué no estuvo ayudando cuando se le buscó y no apareció. Tuvo sus razones, falsas razones, que el dominado se creerá porque no le queda otra.


Evidente todo el mundo debería estar en lo cierto, en posesión de la verdad, saber quién es. ¿Que soy sumiso? ¿Que soy un prepotente y dictador?
Estos tipos de personas, que viven supeditadas a vivir entre ellos, nunca deberían de opinar de la libertad de los demás cuando ellos no la tienen o no la dan. Evidentemente un autócrata no puede vivir sin un sumiso y viceversa. ¿Quién es el que lo hace mal? Los dos, está claro.
Vivir obedeciendo constantemente es la peor manera de llamarse persona, posiblemente ciertos animales estarían por delante de este tipo de personas en lo que a la libertad se refiere.

Subjetivamente podemos decir que el obediente, el sumiso, ha decidido vivir así y que es libre para decidir qué hacer con su vida. Objetivamente el obediente no es libre, no tiene capacidad para decidir qué hacer con su vida.
¿Cuándo toma una decisión el dominado? Cuando el dominador le dice qué tiene que hacer o decir y el dominado lo hace o lo dice.

Sí, tú, por ejemplo, eres una de esas personas que espera a que hable ese ser al que le debes obediencia o sumisión para emitir tu punto de vista, el cual dependerá de lo que te diga tu dominador. No eres libre aunque crees serlo. Eres de los que levantan la voz ante las injusticias cuando no eres capaz de replicar a quien merma tu libertad. 

Ahora, si quieres (y te dejan) mira hacia otro lado, hacia ese lado en donde no hay nada, quizás desierto, quizás mar ... quizás un horizonte vacío, mirando allí es donde tu mente descansará, alejada de dominaciones, alejada de sumisiones.

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