Las vidas de los demás

Nos quejamos constantemente de nuestras penas, de nuestros errores, de nuestra "mala suerte" y  no hacemos nada para remediarlo. Nos interesa mas las imperfecciones de los demás que arreglar nuestros problemas.

En la sociedad hay una clasificación no oficial en las personas que las divide en función de su discurso individual: o se quejan de la vida o presumen de ella. Para mí, ni una ni otra es válida.
Posiblemente ambos discursos son mentira, ni es tan sencillo el que transmite infortunio ni tan dichoso el que comenta sus triunfos.

Las personas no debemos hablar más de la cuenta, es decir, nuestras penas han de ser sólo nuestras y nuestros éxitos igual, quizás sólo debemos hacer partícipes a nuestros amigos. Las personas solemos comenzar nuestra función en función de con quien hablemos, empezamos nuestro monólogo esperando calar en un público harto de escuchar siempre lo mismo de distintas bocas.

Por desgracia hay pocas mentes privilegiadas en personas coherentes. Hay infinidad de mentes desperdiciadas por haber nacido en el lugar equivocado o estar al lado de la persona errónea. Y si al menos tenemos la mente sana, ¿por qué estamos constantemente pendiente de los demás?
Si entendemos que los demás son "peores" que nosotros, nos alegramos y, si le podemos demostrar nuestra supremacía, se la demostramos. Si son mejores, les envidiamos, quizás porque hicieron aquello que a nosotros nos hubiera gustado hacer, quizás porque estuvieron donde nosotros queríamos estar, quizás porque son superiores.


Nuestras vidas no dejan de ser pequeños "sálvames" donde nos fijamos y criticamos a los demás y nunca vemos nuestros fallos. Nos atrevemos incluso a hablar por los demás y a comentar sus actos sin saber porqué lo hicieron.

Efectivamente es una forma de vagabundear, de buscar en un vertedero las miserias de los demás a ver si encontramos algo que nos pueda servir y así sentirnos "mejor", aunque nuestro sentimiento principal sea siempre la envidia. Por eso nos fijamos siempre en las vidas de los demás.

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