Incapacidad Personal ¿Transitoria?
Muchas personas acudimos a un refugio personal que consiste en manifestar públicamente nuestra incapacidad para realizar "algo". Entendamos por "algo" miles de cuestiones fácilmente realizables por todos pero en muchos casos incómodas de hacer (véase educar a un hijo o cuidar de uno mismo), lo que hace que ante el temor de padecer la más mínima molestia, desistamos de realizar ese "algo".
No prestamos nuestros servicios a los demás, sin embargo sí que pedimos que nos ayuden. Nos creemos protegidos de todo y opulentos de todo. Necesitamos creer que la culpa siempre es de los demás, que nosotros vamos por el buen camino y son los otros los que están descarriados. La principal excusa de la persona humana común es echarle la culpa a los demás.
"No puedo" y lo que es peor "no creo que pueda" muestra las ganas, la categoría o la implicación de las personas que componemos esta sociedad, alarmantemente delicada y extremadamente ajena a la responsabilidad de vivir de forma conjunta. No sabemos, ni queremos, vivir de manera individual, lo que supondría tener independencia y ejercer la capacidad de decisión con los ajetreos que ello conllevaría. Lo pésimo es que tampoco sabemos, ni queremos, vivir en sociedad. Falsamente queremos pensar que sí, pero el unirnos a gente sólo nos da para cotillear y criticar ... y nosotros libres de pecado ...
Somos incapaces personal y generalmente. Que nos llamen sólo para lo bueno, para lo demás que llamen a otra persona. Tenemos una especial habilidad de mostrar nuestra debilidad siempre que nos interese.
Seguro que sabemos hacer muchas cosas y seguro que no son demasiado importantes. Lo importante, aquello para lo que no hemos nacido, se lo dejamos a los demás. Esa es nuestra principal capacidad, el ser incapaces.
Lo peor de nuestra incapacidad, en la mayoría de los casos, es que no es transitoria. Hemos elegido vivir en esa excusa que nos libra de todo, de todo aquello que cuesta, que supone un esfuerzo realizable pero del que nos liberamos por nuestra falta de capacidad personal para querer afrontar cualquier esfuerzo.
La persona que quiere hacer algo lo hace, no le valdrán excusas para no hacerlo, ni miedos, ni mentiras, ni tonterías, ni coartadas absurdas, si quiere, lo hace, no vale otra.
Quiero decir con esto que quien no lo hace es porque no quiere, simple y llanamente.
Comentarios
Publicar un comentario