No aceptar un riesgo

O como vivir sin complicaciones.

Muchas personas creerán que escapando de la posibilidad de asumir un riesgo estarán lejos de complicarse la vida. Muchas pensarán que así nadie las llamarán para que acudan a intentar dominar situaciones en las que nunca quisieron verse. Muchas supondrán que así serán libres. Muchas esperarán que los riesgos no lleguen nunca. Y ahí está su riesgo.

Asumir un riesgo no significa, ni mucho menos, aceptar un peligro, en absoluto. Si entendemos por peligro una situación o circunstancia en la que puede aumentar la inminencia de algún daño, o no, que es por lo que la gente común y corriente deja de moverse y de buscar algo positivo.
Desde amar a emprender un negocio, todo en la vida implica (o debería implicar) un riesgo, una inseguridad que nos hará actuar con la mayor de las consideraciones o motivaciones, observando en profundidad todo lo que pueda suceder tras aceptar ese riesgo.
Pero como dijimos antes, complicarse la vida es asumir retos innecesarios, como intentar solucionar lo que no es solucionable, como razonar cuando no hay razones. La vida nos animará a superar retos cuando nos veamos preparados para ello, que en la mayoría de los casos es nunca.

¿Por qué depender de alguien? Por lo mismo que no aceptamos un riesgo. Cuando nos ponemos desde un principio en manos de alguien ya todo dependerá de lo que esa persona decida, nosotros sólo podremos decir "vale", porque ni tan siquiera aceptaremos el riesgo de llevarle la contraria, por lo que pueda pasar.


Lo peor de todo es que el mundo se hartará de nuestro conformismo, de nuestra desidia a la hora de responsabilizarnos, de nuestra resignación a que las adversidades son para los demás. Nosotros a estar en segunda fila a ver la vida pasar. Y la culpa, esa que tanto echamos a los demás, será nuestra aunque no queramos reconocer que nunca hicimos nada y que el mundo se cansó de nuestro desinterés por la resolución de problemas, por no haber estado cuando debimos, de no saber cuando se nos preguntó, de no querer nada, de ser un extraño ...
Y el mundo continuó sin nosotros, y cuando quisimos retomar ya era tarde, porque el mundo se acostumbró a vivir sin necesitar nada nuestro y nos olvidó y ahí continuamos, en el olvido.

Todo por no aceptar riesgos, responsabilidades, presiones, todo por no dar ese paso adelante cuando hay que darlo, todo por dejar siempre que otras personas resuelvan las situaciones complicadas que necesitaron de ti, todo por ser una persona cobarde a la que la gente olvidará con el tiempo.

Así que, como las complicaciones van a llegar quieras asumirlas o no, acepta los riesgos que conlleva la vida y no des un paso atrás, porque hacia adelante hay un infinito por descubrir, pero hacia atrás hay un muro que algún día no te dejará dar mas pasos.



Comentarios

Entradas populares