El escondite ¿perfecto?

Solemos mostrar nuestro lado más humano, más bondadoso, más cercano ... pero ¿somos realmente así? Puede ser, o no.
¿Quién nos conoce en la intimidad? En nuestra vida privada sólo intervienen aquellos que queremos que intervengan, no entrará nadie que no queramos que entre, así nadie puede saber lo mismo que nosotros y sobre todo aquello que no queremos que sepa nadie sobre nuestra forma de ser o estar.
Nuestra vida privada, nuestra intimidad, es nuestro escondite perfecto. Ahí podemos mostrar nuestras iras, nuestras alegrías, nuestras furias, nuestras emociones, podemos mostrar nuestro verdadero yo. Pero realmente, si actuamos en nuestra intimidad de una manera totalmente distinta a como somos fuera de ella, ¿quiénes somos? ¿los unos? ¿los otros? Está claro, ni unos ni otros, no somos nada.

Porque nuestro yo de mentira sirve para pasar un rato, un día a lo más, y quienes creen conocernos fracasan en las relaciones personales, es mejor seguir la corriente y dejarse llevar que intentar analizar y conocer a quienes muestran un ratito de bondad y una eternidad de mentira y maldad. Ese ratito será para los conocidos y la eternidad para los conocedores. Hay una gran diferencia.
Es cierto que no por llevar "conociendo" a una persona durante años podemos decir que la conocemos realmente. No. Hay quien se guarda algo y tarda años en sacarlo que es cuando llega nuestra sorpresa, es cuando decimos "no me lo esperaba".


Porque mostramos falsedades, mentiras que sólo creemos nosotros, cuando hablamos en un bar o en un grupo de whatsapp, ¿Por qué? Porque nadie sabe si lo que digo es verdad o no, porque muestro ese vacío que inunda mi mente, porque creo que mostrando mi fortaleza y mi buen hacer no se notarán mis debilidades y mi falta de personalidad. Los demás, si nos sirven para algo, son buenos, si no, son malos.

Detrás de la persona que se esconde hay muchos defectos o tendencias que influyen en su personalidad e inconscientemente utilizan la envidia, el egoísmo u otras ideas que no la dejan ser feliz. A veces salen de su inútil refugio para demostrar por qué viven.

Y en mi escondite no puedo refugiarme eternamente, llegará un momento en el que me descubrirá alguien, y claro, puedo hacer como que no me ha descubierto y seguir ahí metido haciendo ver a los demás que es mentira, que nadie me ha descubierto ... es fácil llevarle la contra a una sola persona.


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