Acertar (sin suerte)

No pasa ni un día en el que no valore lo importante que es acertar, más aún cuando me equivoco. Nadie me tiene que decir qué hice bien o mal, nadie me tiene que indicar el camino, nadie ha de hacer algo por mi. La vida es otra cosa y he de darme cuenta de qué quiero hacer, cómo quiero vivir y a dónde quiero llegar. Nada es regalado, nada es gratis.
Pero claro, hablo de una vida sensata, con mas o menos sensibilidad, pero con algo de sensibilidad al menos, con un sentido común propio de quien quiere hacer las cosas bien, de quien quiere disfrutar y en mayor o menor medida hacer que otros disfruten. Porque no se trata sólo de ti, también se trata de los demás, esos que algún día pueden hacerte la vida mejor, en los buenos y en los malos momentos.

Por eso es tan importante acertar y más aún fallar, ya digo. Y acertar en la vida, el tomar decisiones, en elegir qué nos viene mejor, en saber cuándo y cómo, en llegar, en estar, ..., y como no, acertar en las personas, absolutamente todas estas cuestiones, no dependen de la suerte, no. La suerte se tiene o no en el azar, y una persona sensata, coherente y madura no deja nada al azar.


Acertar con las respuestas a las preguntas que se te irán presentando en la vida no depende de la suerte, acertarás siempre que lo lleves preparado. Acertar con las primeras amistades que tienes sólo depende de ti, si algo no te gusta, cambia. Acertar con tu pareja es muchísimo más fácil de lo que pueda parecer. Tienes tiempo para acertar sabiendo que es lo que quieres, si no te ofrece eso, que cada uno siga por su camino. Todo acierto es fácil si previamente te equivocaste y has aprendido.
El acierto se busca, y no por equivocarte cien veces ya se puede presuponer que te volverás a equivocar. No. El acierto llegará siempre y cuando quieras que llegue.
El destino te puede regalar un acierto, y será bienvenido, pero durante tu vida pocos regalos tendrás.
Saber elegir es el mejor acierto que puedas tener. Saber qué te conviene o cuándo, saber también qué quieres o cuando algo ni te conviene ni lo quieres.

Y acertar es tomar decisiones, es decir, de nada sirve que sepas cómo acertar si no lo pones en práctica. Inútil es saber que tu pareja ideal no es la que tienes y seguir con ella. Si sabes que es un acierto dejar las drogas y eres incapaz de hacerlo, no sirve. Como tampoco sirve saber qué es lo correcto y seguir viviendo de la misma manera incorrecta que te llevó al fracaso, sin llegar a nada.

Buscar la suerte se convertirá en un vicio, buscar el acierto lo hará en una forma de vida.

Porque la vida nos da oportunidades para fallar y para aprender de esos fallos, porque la vida quiere que seamos felices, porque la vida nos quiere. Y si fallas, rectifica y acertarás.

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