Facilidades y Dificultades

En la búsqueda de la felicidad nos olvidamos de que hay que luchar para intentar conseguirla y, una vez que se tenga, disfrutar de ella sin olvidarnos de lo que nos costó conseguirla para que permanezca el máximo tiempo posible.

Para empezar hay que emprender un camino, más o menos difícil (que no más o menos fácil), por el transcurso del cual iremos aprendiendo qué es lo que queremos, con qué quedarnos, a qué renunciar. Las renuncias nos costarán más o menos esfuerzos pero nunca han de convertirse en un tormento. Y las renuncias más complicadas serán la de dejar de pasar un día en la playa, la de tomarte una cerveza en buena compañía o ir de viaje, todas en favor de un esfuerzo que tendrá su recompensa aunque el mismo, a primera vista, no parezca que haya valido la pena.
Porque lo complicado no lo quiere, en principio, nadie. Y hemos de entender que alguien tiene que querer aceptarlo, porque si no fuera así, la vida no tendría sentido. De inútiles es pensar que nunca pasarás por momentos difíciles, de inútiles es pensar que nunca sufrirás, pues, por lo mismo, de inútiles será pensar que los demás no sufrirán y no pasarán por momentos difíciles. Y hay que estar.
Entonces, las personas útiles han de estar, aunque les cueste la vida, ayudando al que necesita ayuda, estando por quien necesita que estés, todo ello para no necesitar a quien no entiende que puedas necesitar ayuda.
Porque el que "presta" su ayuda, su compañía o su saber no lo "presta" realmente, lo da, y lo da sin esperar nada a cambio. Porque en la mayoría de los casos se presta un favor a personas incapaces de entender qué es la vida y las dificultades que ella conlleva. Les prestarás tu amparo y no te darán ni tan siquiera las gracias, porque adoptaste el papel que esas personas nunca quisieron aceptar, el de superar los obstáculos que su existencia les puso en su camino.


Y siempre hay que aprender de todo porque incluso la persona que más facilidades tiene en su vida pasa por momentos complicados y ha de actuar con la madurez del que más sufrió. Entonces será una persona digna de admiración, y no lo contrario.
Hay quien huye de las dificultades y se conforma con "ir tirando" y por el contrario, quien asume las complicaciones, asume que va "luchando". Las vidas de unos y de otros son iguales en la forma pero muy diferentes en las dimensiones que pueden alcanzar.

Entendiendo entonces qué tipos de personas hay, si estamos en el lado de quien asume las dificultades y quiere superarlas no nos queda otra que comprender a esa gente que solo quiere vivir una vida llena de facilidades, llamando a los demás cuando en la misma aparecen las dificultades. 
Si somos de los que queremos una vida fácil, hemos de entender que nuestro papel en la vida de los demás es secundario, porque nunca nos llamarán para algo importante, nunca contarán con nosotros.

Así que, estés en el sitio que estés, entiende a los demás, sea fácil o difícil hacerlo.

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