Parar un momento
La forma de vida actual está llena de prisas y de intereses, vamos corriendo de un sitio a otro, queremos terminar rápido lo que tenemos que hacer, el despertador suena antes de lo que debería, comemos sin darnos cuenta, ...
¿Qué estamos haciendo?
Lo que hacemos en vivir haciéndolo casi todo mal: nos despertamos de mal humor, trabajamos sin ganas, comemos mal, corremos hacia ningún lado, no llega nunca la hora de salir del trabajo, vemos telecinco y nos dormimos. Vivimos en un bucle diario sin salida hacia el más allá, porque más allá de esta forma de vida hay otra vida muchísimo más placentera, más útil.
Sólo hay que querer y tener los pies en el suelo. Adaptar una filosofía positiva a uno mismo y esperar a que nuestro amigo, el tiempo, nos vaya dando lentamente aquello que siempre hemos querido tener, una vida sana en todos los sentidos.
La vida es tan simple que se puede resumir en un párrafo:
Como estamos llenos de estrés (un estrés querido por otro lado) lo que hacemos es agobiarnos, porque está claro, todo no lo podemos llevar hacia adelante por lo que planteamos, a nosotros o a cualquier "interesado", soluciones para liberarnos de ese agobio. Las soluciones son siempre evadirnos, que me molesta algo, pues lo aparto de mi vida, temporal o definitivamente. Huimos de ciertas situaciones para entreternos en aquellas que nos relajan, pero a las que no estamos obligados a estar.
Estas soluciones están encaminadas a liberarnos sólo y exclusivamente a nosotros, lo demás y los demás nos da igual mientras nosotros ganemos: hijos, padres, parejas, ... todo nos da igual.
Los hijos de hoy en día en muchísimos casos se han convertido en problemas, problemas porque hay que dedicarles tiempo y esfuerzo por lo que al no tener tiempo y no querer hacer un esfuerzo, trasladamos el problema hacia otro lado, ¿hacia dónde? A cualquier lado que no nos agobie, padres, colegio, actividades extraescolares, ... Eso sí, pretendo el éxito de mi hijo aunque yo no me preste a ello.
Los padres, en los que no pensamos, lo que hacen es solucionarnos ese aparente agobio quedándose con nuestros hijos, haciéndonos la comida o dejándonos dinero para mantener nuestro estatus social. Claro, como nosotros pensamos que le hacemos un favor con aquello de "si están jubilados, es para que se entretengan ..." y ya está todo solucionado. Agobio fuera. Eso sí, agradezco todo lo que hacen por mí pero que no fallen ...
Nuestra pareja acabará uniéndose a nosotros en ese agobio para no salir como perdedores de una situación surrealista, si uno se agobia, el otro también porque si no ha de hacer frente a todos los aparentes problemas de la vida actual.
Básicamente el problema es que no sabemos vivir, no sabemos apreciar, no sabemos valorar. Comemos ... por comer, nos casamos ... por casarnos, tenemos hijos ... por tenerlos, vamos al gimnasio ... por ir, salimos ... por salir y entramos ... por entrar, me quejo ... por quejarme, ya digo, en definitiva vivimos ... por vivir.
¿Qué viene después? Evidentemente las quejas y los lamentos.
Sufro insomnio y colon irritable, no tengo éxito personal ni laboral, tengo muchos problemas, tengo contratado a alguien que limpie por mi, la familia no me echa una mano, no cobro lo suficiente en el trabajo, engordo y no como casi nada, los niños me producen demasiado estrés, los deberes escolares de los niños más estrés aún, ...
Mi vida frente al mundo, pero la mía primero.
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