Volver a verte otra vez

Hoy he vuelto a verte, a verte sonreír, una sonrisa sincera, alegre, feliz, ...

Estando junto a ti te sentí, abriste los ojos y me dedicaste una sonrisa, yo estaba ahí, como siempre, intentando entretenerte, animarte, acompañarte. La compañía que siempre intenté ofrecerte, una compañía de charlas, de chistes para ver tu sonrisa, para sacarte de tu soledad acompañada por quienes creían que sólo por estar cerca ya te asistían, ya cumplían.

Esa sonrisa, posiblemente extraída de mi conciencia, me ha servido para fortalecerme, saber que lo hice y que lo estoy haciendo bien. Me ha servido para saber que estarías de acuerdo conmigo, materialismos y mentiras aparte, que mi camino es el más correcto y que mi cátedra, esa de la que hablabas como doctrina y disciplina, se encamina siempre hacia la razón y la verdad.

Lo entendí, entendí todo lo que querías decir, ahora más que nunca, porque aquellos que predican un estilo de vida del cual son carentes son aquellos que te contradecían y que hoy quizás tengan un problema menos.

Tu descanso es mi sueño, tu nicho es mi altar, tus recuerdos mi moral  y mi sueño, tu sosiego.